La Fiesta de la Cultura se abre a dos mil colectivos para que «digan lo que piensan»
La comisión organizadora, que aún espera por el permiso municipal, quiere sumar «a todo el arco progresista»
J. L. A.
La carbayera de Los Maizales volverá a unir el domingo 11 de agosto,
veintinueve años después del último Día de la Cultura, a buena parte de
la izquierda asturiana, más allá de adscripciones partidistas o
sindicales concretas. Ese es, al menos, el objetivo de la comisión
organizadora de la Fiesta de la Cultura, que se ha dirigido a más de
2.000 colectivos asturianos para que participen en el recuperado
encuentro y «digan lo que piensan», según expresión del ex concejal
Jesús Montes Estrada, «Churruca», uno de los organizadores.
«Cada
uno de nosotros participa aquí a título individual, pero estamos ante
una fiesta profundamente política», afirmó Montes Estrada, quien
subrayó, además, que la pretensión de los organizadores es la de sumar a
la Fiesta de la Cultura «a todo el arco progresita». «No habrá un
pregón al uso, pero haremos público un manifiesto con nuestro
planteamiento», añadió.
Lo cierto es que la comisión
organizadora, en la que figuran «históricos» de la izquierda gijonesa,
además de entidades como el Ateneo Obrero, la Asociación «Lázaro
Cárdenas» o el Colectivo Nuberu, carece aún de algunos de los permisos
municipales para celebrar la cita, según explicaron ayer los promotores,
aunque la solicitud se cursó en el Ayuntamiento el pasado mes de mayo.
«Quedan aún dos semanas y suponemos que aparecerá el permiso principal»,
señaló Montes Estrada. Sí tienen el de la Consejería de Agroganadería y
Recursos Naturales del Principado, fundamental al tratarse la carbayera
de Los Maizales (en realidad, de El Tragamón) de un robledal declarado
monumento natural en 2003.
Montes Estrada presentó ayer junto a
Luis Felipe Capellín, Luis Pascual y el cantautor Rafa Lorenzo el
programa de una fiesta que se quiere «política», pero de «prau», es
decir, donde las familias puede ir a comer, beber y divertirse. «La
cultura tuvo un papel fundamental, aunque ahora, no importa el color de
la Administración, sufre siempre recortes», manifestó Capellín. «El
silencio no sirve y tampoco comentarlo sólo en los bares o en cenáculos;
queremos recuperar una cultura participativa», agregó. El Día de la
Cultura, antecedente de esta fiesta, fue una referencia de la izquierda
asturiana desde 1972, en pleno franquismo, hasta 1984.