viernes, 31 de mayo de 2013

La comisión de la «Fiesta de la Cultura» pide 3 días la carbayera de Los Maizales

García Noval solicita al Ayuntamiento el espacio para el 10, 11 y 12 de agosto
 


La comisión que trabaja en la recuperación del «Día de la Cultura», referencia de la izquierda asturiana desde 1972, en pleno franquismo, y hasta 1984, año en que se celebró por última vez, ha pedido oficialmente al Ayuntamiento de Gijón la cesión de la carbayera de Los Maizales para la celebración del encuentro, que pasa a llamarse «Fiesta de la Cultura», los días 10, 11 y 12 del próximo mes de agosto.


La solicitud la ha hecho en nombre de esa comisión Fernando García Noval, presidente de la Sociedad Cultural Gijonesa. Esta entidad fue una de las que colaboró estrechamente, junto con la Sociedad Cultural del Natahoyo, la Sociedad Cultural de Pumarín y Gesto, además de otros colectivos, en la organización del «Día de la Cultura».


En esta solicitud, registrada ya en el Ayuntamiento, se afirma que esta fiesta «tiene por objeto recuperar festivamente el papel de la cultura como elemento fundamental de cohesión social». Y seguidamente: «A la vez que rendir homenaje al denominado Día de la Cultura que durante tantos años se celebró en Gijón».


La comisión que quiere recuperar el «Día de la Cultura» está integrada por distintas personalidades de la izquierda cultural, política y sindical asturiana. Colaboran con este colectivo desde el cantante Chus Pedro, fiel participante en las históricas fiestas de la carbayera de Los Maizales, hasta Jesús Montes Estrada, ex portavoz municipal y ex coordinador de IU, pasado por el socialista Pedro Alberto Marcos, Luis Felipe Capellín, el sindicalista de CC OO Pablo Iglesias o el presidente del Ateneo Obrero, Luis Pascual.


El espacio elegido por esta comisión es municipal y forma parte, en realidad, de la centenaria carbayera del Tragamón, un robledal adehesado con algunas hectáreas intregradas en el Jardín Botánico Atlántico. Por el «Día de la Cultura», cita que llegó a congregar a miles de personas, pasaron artistas relacionados con la izquierda, desde el portugués José Afonso, hasta Víctor Manuel, Ana Belén, Raimón o Quintín Cabrera.

domingo, 26 de mayo de 2013

La carbayera de la izquierda

Veteranos del «Día de la cultura» reflexionan sobre la oportunidad y dificultades de recuperar una fiesta que nació contra la dictadura y con mucho trabajo voluntario


En el verano de 1972, cuando el general Franco concentraba aún todo el poder del régimen construido desde la derrota republicana en la Guerra Civil, las gentes del clandestino PCE decidieron apostar una vez más por la audacia. El reto consistía en ganar algún espacio, por mínimo que fuera, a la férrea línea de la permisividad gubernamental. Fue una apuesta por poner en marcha lo que pocos se atrevían siquiera a pensar. Y así surgió el «Día de la Cultura», que se celebró por primera vez el 10 de septiembre de aquel año en la carbayera de Los Maizales, en la parroquia gijonesa de Cabueñes, en el barrio de Cefontes. Nació como un medido gesto de rebeldía antifranquista, como fiesta de prau para demócratas vigilados por la Guardia Civil, como ejercicio práctico de lo que se conocía -con retórica de aquellos años- como la «alianza de las fuerzas del trabajo y la cultura». Y feneció transcurrida una década larga, en 1984, dos años después del triunfo electoral de los socialistas y cuando la transición democrática había dado ya con sus propias fórmulas culturales y festivas.

La izquierda quiere regresar ahora a la pradería de robledal, castaños, arces y laureles de Los Maizales. Allí hay árboles centenarios, algunos ofrecen su gozosa sombra desde, al menos, el siglo XVI. En realidad, se llama carbayera del Tragamón y unas cuantas de sus hectáreas están incorporadas al Botánico de Gijón. Queda aún, sin embargo, carbayera suficiente para reunir a miles de personas, como hace treinta años, según aseguró esta semana Jesús Montes Estrada. Ex portavoz municipal y ex coordinador de IU, es uno de los miembros de la comisión que se reunió el pasado martes en la sede del Ateneo Obrero para recuperar, «sin nostalgias», el «Día de la Cultura». Junto a él, el cantante Chus Pedro, el escritor Maxi Rodríguez o el dramaturgo Eladio de Pablo, así como otras conocidas personas del mundo político, sindical o asociativo del Principado: Pedro Alberto Marcos, Luis Felipe Capellín, Manuel Villa, Fernando García Noval, Pablo Iglesias o Luis Pascual.


No hay melancolía en este intento de restaurar una de las señas perdidas de la izquierda asturiana, cuyo eco traspasó las fronteras regionales, según explicó Montes Estrada. Lo que plantea esta comisión es que hoy, al igual que al final del franquismo y en los primeros años de la democracia, «se pueden cambiar las cosas». Parece increíble que el fallecido José Afonso, el gran bardo portugués, entonara en Los Maizales, en agosto de 1974, «Grandôla, Vila Morena», la canción que en abril de aquel mismo año sirvió de consigna para desatar la Revolución de los Claveles. La idea que pone en marcha este nuevo «Día de la Cultura» es la de agrupar a todas las fuerzas que están en contra de los recortes y de la «dictadura de los mercados».


Y quieren que se celebre el próximo 11 de agosto, como en los viejos tiempos. Sonia Tuya Baragaño, directiva durante años de la Sociedad Cultural El Natahoyo, fundada en 1966 y la entidad que hizo de motor del primer «Día de la Cultura», cree que «puede tener sentido» la recuperación del festejo. «No lo veo mal, porque hay suficientes reivindicaciones», afirma. Explica que la fiesta se apagó porque «habían cambiado los tiempos, después de que se fueron conquistando parcelas de libertad». Aún recuerda cómo los guardias civiles vigilaban todas las caleyas en 1974: «Estábamos sitiados». El historiador Luis Miguel Piñera, que trabajó activamente en varias ediciones de aquella cita, tiene su diagnóstico sobre el final de un festejo que se financiaba con una pegatina que costaba cincuenta pesetas, más el trabajo desinteresado: «Murió porque el país iba ya por otro lado».


Hay una coincidencia general en que hubo dos personas fundamentales en la organización del «Día de la Cultura», paradigma de ese «voluntarismo» sin el que la fiesta no hubiera sido posible. Eran Óscar Roza Riera y Joaquín Fernández Espina, ya fallecidos. El primero, como presidente de la Sociedad Cultural de El Natahoyo; el segundo, desde la Sociedad Cultural Pumarín, como movilizador de sus compañeros de Mina La Camocha para hacer la «barraca» que servía de bar. El entramado asociativo lo completaban la Cultural Gijonesa y más tarde Gesto. Y estaba asegurada, por el compromiso del PCE, la participación de otras entidades que esta organización tutelaba en distintas zonas de Asturias: Amigos de Mieres, Amigos del Nalón, La Amistad (El Entrego), Delta (Avilés) o la la Cultural Ovetense.


Santi Martínez fue durante años el encargado de los micrófonos del escenario del «Día de la Cultura», junto a Juan Otero. Le parece bien que haya un grupo de personas que quieran recuperar aquella jornada, pero tiene dudas de que ese deseo pueda materializarse. «En aquel momento el nivel de voluntad y de compromiso político era muy alto; fuimos muchas las personas que de manera desinteresada participábamos en aquello». Y añade: «La prioridad tiene que ser sumar fuerzas, sin excluir a nadie». Fue uno de los que abandonó con Vicente Álvarez Areces la traumática conferencia que los comunistas asturianos celebraron, en marzo de 1978, en Perlora. Hay quien opina que aquel enfrentamiento tuvo repercusiones en el «Día de la Cultura». El ex presidente del Principado y ex alcalde de Gijón pastoreó durante años, cuando era dirigente comunista, muchas de las actividades relacionadas con una fiesta por la que pasaron Víctor Manuel, Ana Belén, Chicho Sánchez Ferlosio, Rosa y Julia León, Ricardo Cantalapiedra, Quintín Cabrera o Raimón, entre muchos otros, incluidos los asturianos «Nuberu», Julio Ramos o el ahora concejal de Cultura de Gijón por Foro, Carlos Rubiera.


Hay quien afirma que el «Día de la Cultura» llegó a congregar en alguna edición a cien mil personas; treinta mil puede ser una cifra razonable, dicen otros. Eleña de Uña, militante socialista que participó activamente en la organización del encuentro hasta 1984, ve difícil que una comisión pueda organizar en tan poco tiempo una cita tan compleja como aquella, en la que trabajaban gratis más de un centenar de voluntarios. Y recuerda con desazón que la última edición arrojó un déficit de un millón de pesetas. Se salvaron los muebles por las donaciones de obra de varios artistas.

jueves, 23 de mayo de 2013

Carbayera del Tragamón - LOS MAIZALES

Espacio de realización de la Fiesta de la Cultura.

MANIFIESTO


Los y las promotores, organizadores y colaboradores reivindicamos la celebración de la FIESTA DE LA CULTURA como un encuentro necesario de todos/as los que estamos convencidos/as de que esta crisis es una gigantesca estafa para conseguir un reparto salvaje de la riqueza a favor de unos pocos, para asegurar la pérdida de los derechos conquistados por el pueblo con su lucha, la degradación de la vida democrática y de los valores que le son inherentes, la conversión de la sanidad, la educación y la cultura en mercancía al alcance sólo de los privilegiados que puedan pagársela, marginando de su disfrute a la mayoría de la población.

Llamamos a todos los colectivos a celebrar la FIESTA DE LA CULTURA el día 11 de agosto de 2013, la fiesta de la democracia y de los derechos, con música, arte, teatro, juegos, exposiciones, reivindicaciones y todas aquellas muestras que sirvan para afirmar la voluntad de todos de no ceder ante la gran estafa. 

miércoles, 22 de mayo de 2013

El «Día de la Cultura» volverá en agosto a Los Maizales después de treinta años


Una comisión integrada por Chus Pedro, Montes Estrada y Pedro Alberto Marcos quiere hacer de la cita la respuesta de la izquierda a los recortes


Fue la multitudinaria fiesta de la izquierda asturiana en los años finales del franquismo y en el primer tramo de la Transición. Y se recupera ahora, casi tres décadas después de la última convocatoria, como una respuesta a la «dictadura de los mercados» y contra los «recortes sociales», según aseguran desde la comisión que trabaja, «sin nostalgias», para rescatar una cita por la que pasaron desde José Afonso hasta Raimon, Víctor Manuel, Ana Belén, Chicho Sánchez Ferlosio y Quintín Cabrera. La carbayera de Los Maizales, el arcádico espacio gijonés en el que se celebraban aquellas concentraciones en defensa de las libertades, acogerá el próximo 11 de agosto, de nuevo, otro «Día de la Cultura».
«Queremos reagrupar esfuerzos, sin sectarismos ni restricciones, para ilusionar a la gente y mostrar que, como entonces, se pueden cambiar las cosas», afirma Jesús Montes Estrada. Apartado de la primera línea política (fue concejal, portavoz municipal y coordinador de IU de Gijón), forma parte del grupo que impulsa la reedición de una fiesta que nació en 1972, auspiciada por militantes del PCE y por el potente movimiento asociativo y cultural que esta organización llegó a tejer en Asturias en las postrimerías del franquismo, y expiró en 1984. Forman parte de esa comisión, entre otros, el cantante Chus Pedro; el escritor Maxi Rodríguez; el periodista Pedro Alberto Marcos, ahora en la ejecutiva del PSOE gijonés; el ex sindicalista Luis Felipe Capellín; Eladio de Pablo, director de la Escuela Superior de Arte Dramático de Asturias (ESAD); Manuel Villa, presidente de la Asociación «Lázaro Cárdenas; Fernando García Noval, presidente de la Sociedad Cultural Gijonesa; Luis Pascual, presidente del Ateneo Obrero, el sindicalista Pablo Iglesias. Hay, además, contactos con entidades que tuvieron una participación muy activa en aquellos masivos encuentros, como la refundada Asociación «Amigos de Mieres».
«Queremos recuperar aquel espíritu participativo y agrupar a todos los movimientos y colectivos que han surgido en los últimos años; que tenga todo el mundo su espacio, con un escenario abierto y en continuo uso», explica Montes Estrada. Éste subraya que es «fundamental» que «la gente joven, desde el actual contexto político, participe en algo similar a lo que fue el Día de la Cultura». «Hace años hubo un intento de recuperar la fiesta pero quedó en nada; eran otros momentos y todo el mundo creía que esto era Hollywood», añade, en referencia a las circunstancias sociales anteriores al estallido de la crisis. Esta comisión, que se reunió ayer en el Ateneo Obrero, tiene en marcha una página web y una dirección en Facebook.
La idea de recuperar el «Día de la Cultura» surgió de las conversaciones de amigos entre Montes Estrada y Chus Pedro. «Vemos que los recortes de la derecha se han extendido ya a todo; la enseñanza, la sanidad y, también la cultura», dice el primero, indignado, por ejemplo, con la respuesta del Ayuntamiento de Gijón a la lista de más de 30.000 parados de la ciudad: «Tenemos el presupuesto más alto de la historia (municipal), pero en vez de hacer planes de atención a las familias necesitadas, los remanentes económicos se dedican a adelantar pagos a los bancos». Y agrega: «Hay que rebelarse».
Montes Estrada recorrió ayer el emplazamiento propuesto para este nuevo «Día de la Cultura», que renace con el deseo de la continuidad, según sus impulsores. El lugar ocupa unas tres hectáreas de Los Maizales, detrás del Botánico. Y la citada comisión quiere mantener el segundo domingo de agosto, después del Descenso del Sella y en plenas fiestas gijonesas, como fecha de la cita.
El «Día de la Cultura» tuvo su forja en la Sociedad Cultural de El Natahoyo, con una directiva encabezada por el ya fallecido Óscar Roza Riera. Nació como una fiesta de prau que era, además, un escenario para la reivindicación política y las manifestaciones culturales más hostigadas por el franquismo. Adquirió una dimensión que desbordaba el ámbito local y regional.